Como cada año, el 21 de noviembre, la tradición se repite. La fiesta de la Madonna della Salute se estableció en 1630 al final de la epidemia de peste bubónica que azotó la ciudad, para agradecer a la Virgen y su intercesión. Según la tradición, se construye un puente flotante que une las dos orillas del Gran Canal para que las personas lleguen a la basílica dedicada a la Virgen María y que permanece abierta durante todo el día. Es en esta ocasión que se puede admirar también el icono bizantino que representa a la Madonna della salute o Mesopanditissa, que llegó a Venecia desde Candia.
